Clases de zonas en el Departamento Capital (Misiones, Argentina).
Es usual que escuchemos “…esta zona es residencial, acá vive gente muy acomodada”, “…este es un barrio de la clase alta”, “…acá viven laburantes, es una zona tranquila”, o cosas por el estilo. ¿Como comparar a estas zonas sin perdernos en la maraña de evaluaciones personales que implican estas afirmaciones?. Podemos centrarnos en microzonas concretas para la realización de trabajo de campo, pero también podemos aprovechar la información gubernamental disponible para enmarcar la investigación en estructuras de mayor escala. En este caso, exponemos una posibilidad más del método comparativo mediante análisis estadísticos multidimensionales; principalmente, para situar indagaciones cualitativas en microzonas geográficas específicamente localizadas.
¿Para qué realizar análisis comparativos? Blaise Pascal señalaba unos siglos atrás que en ocasiones unas personas sienten que ha transcurrido mucho tiempo, y en un lapso temporal similar otras personas sienten que ha pasado muy poco tiempo. Pero podemos evaluar el tiempo transcurrido y comparar ambos juicios si tenemos un reloj que enmarque a ambas experiencias. Con las desigualdades de las zonas de residencia sucede algo similar. Nos hacemos una idea más certera de las cosas si construimos clases que incluyan no solo a las condiciones de algunos lugares, sino, de la totalidad del territorio que nos interesa. Esto enfoca el problema de las desigualdades sociales como un hecho relacional.
Las categorías producidas en los censos concentran un gran esfuerzo colectivo, y están hechas para ser entendidas y utilizadas en todo el país. Esto es una debilidad y también una fortaleza (centrémonos en esta característica por ahora). En nuestro caso construimos clases de zonas para el Departamento Capital (provincia de Misiones) en base al censo nacional del año 2010 de Argentina; las clases de zonas difieren en la cantidad de viviendas con materiales de la mejor calidad, en la cantidad de hogares con servicios satisfactorios, en la cantidad de residentes ocupados,en la cantidad de residentes con estudios universitarios, y en la cantidad hogares con hasta una persona por habitación (sin posibilidad de hacinamiento). Estas clases son multidimensionales, es decir, las diferencias entre ellas no son reducibles a una u otra variable.
Tomando a los radios censales como unidades de análisis (microzonas), para la década del 2010 identificamos cinco clases de zonas. Las construimos mediante un análisis de componentes principales (ACP) y una clasificación ascendente jerárquica (CAJ). El primer análisis reduce la dimensionalidad de los datos sintetizándola en unos pocos componentes. Mientras que el segundo análisis identifica microzonas similares en base al conjunto de variables utilizadas en el ACP y mencionadas en el párrafo anterior. En la Universidad Nacional de Misiones existen excelentes guías para la exploración de estas técnicas; destacan por ejemplo los aportes de Fernanda Niño y Eduardo Simonetti, y los de Denis Baranger. En la web se encuentran además, múltiples aplicaciones y materiales de otros autores.
Hacia la derecha sobre el eje 1 se ubican las clases y microzonas mejor posicionadas globalmente, y sobre el eje 2 en el cuadrante superior derecho las clases y microzonas con viviendas de mayor calidad y sin posibilidad de hacinamiento (figura 2). De manera que entre las mejores clases de zonas (clases 4 y 4a) existe una diferenciación notable entre aquellas en las que predominan (i) ocupados, propietarios de vivienda y terreno, servicios satisfactorios (luz, agua, cloacas) y (ii) aquellas zonas en las que además de las condiciones anteriores, destacan las viviendas construidas con materiales de gran calidad, y que albergan a hogares con media o una persona por habitación (figura 2 y 4). A su vez, las clases de zonas mas marginadas (clases 1 y 2), son aquellas que sobresalen precisamente por no tener los atributos usuales en las clases de zonas más establecidas (figura 2, 5 y 6).
Las variables con más fuerza en el espacio de las zonas de residencia son, en primer lugar: la cantidad de ocupados, la cantidad de propietarios de la vivienda y el terreno, y la cantidad de universitarios _son las variables con más contribuciones al eje 1_; y en segundo lugar: la cantidad de hogares con hasta una persona por habitación, y la cantidad de viviendas construidas con materiales de gran calidad_mayores contribuciones en el eje 2_(figura 1). En otras palabras, estos son los atributos con mayor peso en la diferenciación de las microzonas (figuras 3, y 4). Se trata de elementos usualmente considerados partes importantes del capital económico y cultural (las dos especies de fuerza social con mas peso en la composición del capital en sociedades contemporáneas).
Uno de los objetivos de la representación gráfica de un análisis estadístico es transmitir eficazmente una realidad compleja. En este sentido, una idea interesante es representar estas clases de zonas en un mapa geográfico del Departamento Capital (figura 5 y 6). De esta manera podemos ver la distribución espacial de las clases de zonas para la década del 2010.
La distribución de estas clases de zonas no cambia dramáticamente de un año para el otro, aunque cambien las cantidades de personas, o las proporciones de alguna u otra variable. Precisamente el análisis morfológico del Departamento Capital sirve para enmarcar los diferentes procesos sociales que van transformando a cada zona. Dicho de otra forma, no podemos hacernos una idea de las desigualdades entre las zonas del Departamento Capital, si no las enmarcamos en clases relacionales e interdependientes. A su vez, las transformaciones, los conflictos, los procesos, específicamente localizados pueden ser investigados con mayor profundidad con análisis etnográficos; sobre todo, aprovechando el mapa de las desigualdades sociales como marco comparativo.
*Las ayudas para la interpretación de los gráficos (cosenos cuadrados, contribuciones, valores test, y así), no fueron expuestos adrede, con la idea de hacer más visual y llevadera la exposición.