¿Cual es la evolución básica de un conflicto social?
La configuración de establecidos y marginados es uno de los posibles desarrollos de un conflicto social. La forma básica de este tipo polar posibilita el descubrimiento de otras configuraciones, o de una investigación más profunda de casos particulares. En lo que sigue describo las peculiaridades de los principales momentos de las configuraciones de establecidos y marginados a propósito de conflictos socioambientales en dos áreas naturales protegidas (en adelante ANP) de diferentes países: (a) el Parque Nacional El Tepozteco (en adelante, PNET) en México; y (b) la Reserva de Biosfera Yabotí (en adelante RBY) en Argentina. Para ambos casos se señala el surgimiento de cierto carisma de grupo a lo largo de las contiendas sociales en ambas ANP.
En las configuración sociales del PNET y la RBY pueden identificarse…
1_ Momentos iniciales de diferenciación de posiciones en los cuales la alineación de los grupos en pugna se acota a dos bandos, uno a favor y otro en contra, de determinadas intervenciones al interior de las ANP. Se trata, en suma, del inicio de “luchas de exclusión” donde los grupos débiles o poco definidos van re-alineándose con grupos más fuertes y mayoritarios (Elías 2016).
2_ Momentos centrales de confrontaciones y prueba de fuerzas donde los grupos se reconocen como irreconciliables en sus posturas. Así, las confrontaciones se vuelven inevitables y no se acotan a las coacciones políticas, económicas, o simbólicas, sino que pueden involucrar la violencia física y eventualmente la muerte de los contendientes (Elías, 1994).
3_ Momentos avanzados de organización y cohesión social en los cuales se concentran las fuerzas necesarias (políticas, económicas, entre otras) para posibles nuevas confrontaciones. En el caso de las comunidades locales involucradas con ANP un elemento definitorio de la fuerza social es la cohesión moral interna -devenida en parte, de atributos compartidos y en buena medida extraordinarios (no comunes) — que puedan llegar a desarrollar. Es una etapa en la que puede emerger el carisma de grupo.
4_ momentos de desenlaces que plantean básicamente la posibilidad cierta de nuevos balances de poder para las futuras interdependencias. El punto final al que llevan las configuraciones sociales puede implicar la reproducción o el surgimiento de nuevos equilibrios de poder. Por ejemplo, las relaciones de fuerza actuales en el PNET plantean nuevos balances de poder, mientras que en la RBY se discute una actualización de los anteriores equilibrios de poder. Ya en una etapa consolidada del desarrollo de una configuración, la memoria, la conmemoración, y los rituales tradicionales, adquieren una importancia notable. Sobre todo por sus capacidades para re-actualizar la necesidad de contra-jugadas, de represalias, del restablecimiento de equilibrios de poder anteriores, o de la estabilización de las relaciones de dominación de un grupo sobre otros grupos.
Sobre el carisma de grupo
El carisma concentra determinados atributos que hacen únicas a unas personas, y tiene una peculiar importancia al interior de las luchas por la dominación al estimular la cohesión interna de los grupos. Esta cohesión que produce el carisma de grupo incluye no solo a la organización de las tomas de posición, y estrategias, sino fundamentalmente a una unidad moral/emocional (Weber 2014; McCulloch 2014). Para Norbert Elías (Elias, 1994), esta unidad es relativa en el sentido de que emerge fundamentalmente en las confrontaciones con otros grupos. Un punto importante de la cohesion producida por el carisma de grupo, es que conforma un excedente de fuerza diferente al que puede proporcionar la posesión de fuerza económica, política, o simplemente física. La diferencia respecto a la mera cohesión organizativa radica en que la cohesión moral requiere una imagen de nosotros (we-image) constituida en confrontaciones con otros grupos, además de tiempo y vivencias compartidas (Elías 1999; y 2016; Wouters 1998). Con una we-image consolidada los miembros de un colectivo sienten “…como si estuvieran dotados de un tipo de carisma grupal, de una virtud especifica que comparten todos sus miembros y de la que carecen los demás” (Elias 1994, 21).
En las comunidades locales vinculadas al PNET y la RBY, el carisma emergente en la actualidad se basa en buena medida en características como: la antigüedad de residencia, la obediencia a mandatos tradicionales y ancestrales, y la pertenencia a grupos étnicos concretos. Así, a diferencia de los grupos sin antigüedad de residencia en la zona, ni asociados con tradiciones y etnias determinadas, las comunidades locales desarrollaron una especie de “carisma sustentable” que los sitúa en una posición más responsable con el medio ambiente. Como señala Max Weber (2014) el carisma puede emerger en el seno de relaciones de dominación con fundamentos mixtos. Puede surgir entremezclado, por ejemplo, con: la creencia en la legalidad de un reclamo (elemento recurrente en las luchas por la dominación legal), o con la obediencia a mandatos ancestrales (elemento recurrente en las luchas por la dominación tradicional).
Momentos configuracionales en el PNET y la RBY
Con el paso de las últimas décadas las comunidades locales del PNET y la RBY pasaron de posiciones de outsiders respecto a la gestión de sus territorios, a posiciones mas cercanas a las de establecidos. En ambas ANP los empresarios privados, agencias gubernamentales y no gubernamentales que se plegaron a estas conversiones de las comunidades locales integran en la actualidad el bando de los establecidos (con beneficios de acuerdos y alianzas, y comprometidos en programas turísticos). Mientras que los que se opusieron a la participación activa de las comunidades locales en programas de desarrollo quedaron relegados a una participación marginal en ambas ANP. Aún con sus múltiples peculiaridades, el PNET y la RBY comparten momentos configuracionales centrales:
*(a) Momentos iniciales de diferenciación de posiciones. Esta diferenciación remite a la creación de ambas ANP excluyendo los usos y costumbres de comunidades locales. Luego de estas exclusiones las oposiciones fueron volviéndose más extremas con la emergencia de proyectos de desarrollo no participativos (Osorio López 1999; Waters 2002; Keller 2004; Gómez 2014; y 2016).
*(b) Momentos de confrontaciones y pruebas de fuerzas. Si bien en ambas ANP existen registros de confrontaciones en diferentes épocas (Redfield 1931; Lewis 1963), en las ultimas décadas la aspereza de los conflictos alcanzó puntos extremos. Estos momentos involucraron el uso explicito de la violencia física e incluyeron eventualmente la muerte de militantes de uno de los bandos en el caso del PNET (Bórquez Concheiro 2017). En el caso de la RBY hubo destrucción de viviendas, insultos e intrusión en comunidades indígenas a principios de la década del 2010 (Papalia 2012; Gómez 2016; Ferrero 2005).
*(c) Momentos avanzados de organización y cohesión social. Este momento es apreciable a medida que avanza el desarrollo de las configuraciones sociales, a propósito de hechos como tomas de posición, formación de alianzas, y convenios. En el PNET y la RBY estas asociaciones solo fueron posibles luego de procesos de diferenciación de posiciones que delimitaron estrictamente las prácticas y derechos de los grupos en pugna (Alvarado Rosas 2015; Ruiz López 2017; Velázquez García 2009; Papalia 2012; Gómez 2016). En esta etapa confluyeron agencias no gubernamentales y gubernamentales, locales y transnacionales.
(d) Un momento final donde los nuevos balances de poder se diferencian claramente de los momentos iniciales de las configuraciones sociales. Así, las comunidades locales que — antes de la década del 90’ en el PNET o antes de la década del 2000 en la RBY- estaban excluidas, desconocidas, o enfrentadas a proyectos de desarrollo no participativos, son en la actualidad mejor consideradas en los programas de desarrollo de la región (luego de intensas pruebas de fuerza). Las empresas, y agencias externas activas en torno a ambas ANP deben necesariamente incluirlas en sus proyectos [al menos en sus planificaciones] (Rosas 1997; Velázquez García 2012; Gómez 2016; Gómez y Cossi 2015).
Conclusiones
En las últimas décadas las configuraciones de establecidos y marginados son analizadas a propósito de diversos grupos con fuerzas desiguales disputando recursos determinados. Parte de estos análisis involucran a norteamericanos blancos vs afroamericanos, judíos vs palestinos, obreros vs burgueses, inmigrantes vs residentes europeos, y así (Wacquant 1997; Scott et al 2012; Wouters 1998; Rosenthal 2016; Elías 2016). Las peculiaridades de cada caso profundizan mejor en determinados aspectos de las configuraciones sociales. Las ANP en este sentido, ofrecen condiciones particularmente interesantes, sobre todo por los conflictos que atraviesan las comunidades locales al volverse participes necesarias de los programas de desarrollo/conservación.
La cohesión moral de las comunidades locales ante proyectos de desarrollo en ANP suele ser acusada de esencialismo estratégico y oportunismo. No obstante, las transformaciones de los balances de poder no son ajenos a las emociones y sentimientos de los grupos contendientes. De hecho, siguiendo la dirección de las acusaciones de los grupos en pugna se accede a una versión profundamente interiorizada de los balances de poder (De Swaan 1990; Elías 1994). En otras palabras, los cambios en los balances de poder requieren una gran conversión emocional, moral y política. Este hecho es evidente a propósito de la reciente cohesión de las comunidades locales al interior del PNET y la RBY y, fundamentalmente, a propósito de las punzantes críticas de los grupos contrapuestos a esta cohesión. En este sentido, un análisis de los balances de poder y su vinculación con sentimientos/emociones como la solidaridad, y la enemistad, al igual que un análisis de la conformación de un carisma “sustentable”, son vías de investigación que merecen ser retomadas a futuro y a propósito de los conflictos sociales en ANP.
Una publicación más extendida sobre el tema fue publicada en la revista Letras Verdes. Allí se encuentra también la bibliografía.